Este imperio tuvo
una duración de más de mil años, desde el año 330 hasta el 1453.
Era un estado
cristiano situado en los territorios romanos de Occidente, donde la lengua
común era el griego y su capital Constantinopla (lo que ahora es Estambul).
Hacia el año 532 el emperador
bizantino Justiniano trató de reunificar el Mar Mediterráneo. A partir de
entonces el Imperio Bizantino comenzó a reconquistar el sur de Europa
haciéndose con el control del norte de África, del sur de Italia y de las islas
occidentales del Imperio: Cerdeña, Córcega y las Baleares. Lo cual impidió el
avance del Islam hacia Europa Occidental.
En la sociedad
bizantina se produjo una fuerte ruralización que provocó un menor comercio en
las ciudades y llevó a la gente a volver a trabajar el campo. Pero más tarde se
convirtió en uno de los principales centros comerciales del mundo,
estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área
mediterránea.
Escudo |
Hacia el año 1000
el Imperio fue perdiendo las provincias más lejanas y fue quedándose sólo con
el territorio griego, lo que provocó que las señas de identidad de origen
griego se preservaran. Se impulsaron las fronteras hacia el norte, lo que
provocó la expansión de la lengua griega y el cristianismo ortodoxo.
En el año 1453 Constantinopla cayó en manos de los turcos.
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