A partir del
siglo VII las predicaciones de Mahoma, y el su libro sagrado llamado Corán dan
lugar al surgimiento de una nueva religión en la península arábiga, la cual se
hizo muy popular rápidamente.
En el siglo VIII
ya se habían hecho con el control del norte de África, con la península
ibérica, el sur de Francia, y hacia Oriente habían penetrado en la India, llegando
hasta China.
El Islam adoptó
muchos saberes de los territorios por los que se iba expandiendo: los saberes
de la Antigüedad conservados en la ciudad griega de Bizancio, desarrollando un
fuerte impulso en matemáticas, aritmética, astronomía, música, literatura o
derecho; mientras que del contacto con China desarrolló un gran impulso en el
estudio de la agricultura (cítricos, arroz y árboles de regadío), la pólvora y
de la medicina o novedades como el
ajedrez desde India.
La religión
islámica se vio pronto rota en el siglo IX por la separación de dos de sus
grupos mayoritarios, y a partir del siglo XI nuevas amenazas hace retroceder al
islam.
En la península ibérica
la reconquista empieza a recuperar territorios para los cristianos, en Italia
los normandos hacen lo mismo en el sur del país, y nuevas etnias como los
otomanos o los kurdos desplazan a los árabes al frente del poder musulmán y en
el centro de Asia sufren los ataques mongoles que se abren paso desde China.
Es el territorio
de la Península Ibérica y de una provincia romana bajo poder musulmán durante
la Edad Media, entre los años 711 y 1492.
Debido a una
discusión para nombrar al rey heredero de la península, los rivales pidieron al
ejército musulmán, cuya entrada fue aprovechada para conquistar la península.
En 718 ya dominaban toda la península a excepción de las zonas montañosas de
vascones y astures.
El estado
islámico se formó con capital en Córdoba, aunque los cristianos visigodos y
judíos conservaron su estatus y sus ritos.
Tuvieron
problemas de territorio debidos a las luchas contra los cristianos desde el
norte, y desde el sur contra los fatimíes que presionaban desde el norte de África.
A partir del año
1031 se suspendió el Califato, es decir, un califa representa la figura de líder
de la comunidad y gobierna según una ley religiosa y se crearon 39 pequeños
reinos de taifas (bandos), independientes y que dividieron el poder musulmán,
ya que algunos entraron en guerras civiles entre ellos.
El impulso
cristiano aumentaba gracias a la debilidad militar islámica, así avanzó la
reconquista cristiana en la península, hasta que acabar conquistando en 1492 el
reino nazarí de Granada, último lugar musulmán de la península ibérica
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