domingo, 19 de mayo de 2013

EL SIGLO XX. 4. La primera Guerra Mundial


En 1914, el mundo se vio envuelto en la más cruenta y dramática de las guerras conocidas hasta entonces. Las razones profundas que desencadenaron una conflagración de tal magnitud hay que buscarlas, como hemos vito anteriormente, en los acontecimientos y circunstancias que se venían sucediendo desde el último tercio del siglo XIX. 



4.1. Factores que pudieron provocar la Primera Guerra Mundial 

4.1.1 Democracia contra antiguo régimen

En la Gran Guerra se enfrentaron dos bloques a los que pertenecían los siguientes países: 





Si observamos estos dos bloques, podremos advertir lo siguiente: todos los países aliados poseían regímenes parlamentarios. En estos países desde hacía tiempo había acabado el antiguo régimen. La única excepción –debida a circunstancias que enseguida veremos- era Rusia, un gran imperio en el que la nobleza era aún enormemente poderosa y controlaba toda la tierra. Sin embargo, pocos años antes, en Rusia había habido una revolución y se había instaurado un régimen parlamentario, aunque muy conservador: eso sin duda unió lo suficiente a Rusia con sus futuros aliados, Francia e Inglaterra. 



Por el contrario, en el otro bloque se encontraban los imperios alemán, austríaco y turco, imperios donde casi existía aún el absolutismo, sociedades muy agrícolas, donde la nobleza seguía dominando y donde había poca o casi ninguna industrialización y burguesía. Desde finales del siglo XIX Francia e Inglaterra se habían ido acercando y lo mismo habían hecho Austria y Alemania: cada país se alió a aquél que tenía un régimen lo más parecido al suyo propio. 


Así, hoy se suele decir que la Primera Guerra Mundial fue, en realidad, una lucha entre democracia y absolutismo, y que sirvió para barrer los últimos restos del antiguo régimen, que aún eran poderosos en el este de Europa. Los países demócratas fueron los ganadores y, al acabar la guerra, el mundo se habría transformado por completo. 

4.1.2 Rivalidad Económica 

Durante todo el siglo XIX Francia e Inglaterra habían sido los países más ricos y poderosos de toda Europa. Pero a partir de la Unificación, Alemania se industrializó rápidamente y llegó a convertirse en el principal rival de franceses e ingleses. Así, estos dos países eran bastante hostiles a Alemania y, a la vez, estaban cada vez más unidos entre sí. En parte, la Primera Guerra Mundial tuvo como causa las rivalidades económicas: la burguesía de cada país necesitaba cada vez más espacio para invertir sus capitales y, lógicamente, chocaba con otras burguesías extranjeras. Ante eso, el extranjero se convertía inmediatamente en un posible enemigo. 

4. 1.3 Nacionalismo fanático. 


En esta época el nacionalismo había llegado a ser una ideología fanática, ultraconservadora y radical. Se daba en casi todos los países europeos y contribuyó, sin duda, a que las tensiones fueran cada vez mayores. 



4.2 Causas directas de la Guerra. 



Los franceses contra Alemania: desde 1872 los franceses odiaban a Alemania. Bismarck les había derrotado y les había arrebatado dos regiones de su territorio: Alsacia y Lorena. Francia quería recuperar estos territorios como fuera, por las buenas o por las malas. 



Los ingleses contra Alemania: Inglaterra era, posiblemente, el país que más estaba sufriendo la competencia económica de los alemanes. Por eso su enemistad con este país era cada vez mayor. Por si fuera poco, desde 1898 los alemanes estaban empezando a construir una poderosa marina de guerra. Eso les llegó al alma a los ingleses, que desde hacía siglos tenían la mejor flota de toda Europa. Todo eso hizo que los ingleses se fueran acercando más a Francia para hacer frente al enemigo común que era Alemania. 



La cuestión de Marruecos. Gracias a la ayuda inglesa, los franceses se iban apoderando cada vez más de este territorio. Eso no gustaba a los alemanes, entre otras cosas, porque veían cada vez más unidos a sus enemigos. Así, Alemania decidió actuar. Invadió el puerto marroquí de Agadir y declaró que no pensaba retirar sus tropas de allí a menos que Francia entregara a Alemania el Congo francés. La cosa se solucionó obteniendo los alemanes algunas posesiones bastante insignificantes en África. Franceses e ingleses se unieron todavía más y el odio de Francia hacia Alemania se hizo aún mayor. 

La complicada situación de los Balcanes: he aquí una de las cuestiones fundamentales para entender la Gran Guerra. 

Al norte de Grecia vivían y siguen viviendo una serie de pueblos conocidos como eslavos del sur o yugoslavos (eslovenos, croatas, serbios, bosnios, macedonios y montenegrinos). La mayoría de estos pueblos pertenecía al Imperio Turco. La excepción eran los croatas y eslovenos, que pertenecían al Imperio Austríaco. El único país que en esta época tenía independencia era Serbia. Como es lógico, todos estos pueblos querían independizarse de sus respectivos imperios, pues en esta época los ideales nacionalistas e independentistas gozaban, como ya sabemos, de gran importancia. Lo cierto es que en esta zona existía y sigue existiendo hoy un nacionalismo fanático contra los turcos y los austríacos. Serbia siempre apoyó la independencia de estos pueblos, pero era un país pequeño y necesitaba encontrar un aliado. 


Este aliado acabó siendo Rusia por una serie de razones: 
  •  Los rusos son también de raza eslava y, por un motivo puramente sentimental, desean ayudar a sus hermanos los yugoslavos. 
  • El Imperio Turco siempre ha sido un fuerte rival de Rusia. Además, rusos y turcos se han enfrentado ya varias veces en el siglo XIX (Guerra de Crimea). 
  • Las relaciones entre Rusia y Austria son igual de malas: ambos quieren controlar Polonia, por ejemplo. Están demasiado cerca el uno del otro: la típica enemistad entre vecinos. 

Las Guerras Balcánicas: por si fuera poco, pronto los Balcanes se ven envueltos en varias guerras.

  • En 1908 Austria ataca a uno de los territorios yugoslavos: Bosnia Herzegovina. Esta zona, aunque en teoría pertenecía a los turcos, en la práctica gozaba de una amplia autonomía. Ahora los austríacos se la anexionan a su imperio. Naturalmente, Rusia pone el grito en el cielo y está a punto de llegar a una guerra con Austria. En este momento podría haberse producido la guerra mundial pero… Francia e Inglaterra (que desde hacía tiempo eran amigas de Rusia) decidieron inhibirse, es decir, se echaron atrás y prefirieron no respaldar a Rusia precisamente por miedo a precipitar la guerra. Aunque todo se solucionó por la vía pacífica, el odio entre rusos y austríacos fue a más. En cuanto a los turcos, en esta época eran ya demasiado débiles como para hacer valer sus intereses. Al final Bosnia-Herzegovina siguió en manos de Austria. 
  •  En 1912 hay otra guerra: la Primera Guerra Balcánica La mayor parte de Yugoslavia se halla en poder del Imperio Turco. Pero es un imperio muy débil y se le puede derrotar fácilmente. Serbia se da cuenta de eso y –apoyado por Grecia y Bulgaria-declara la guerra a los turcos. El conflicto dura sólo unos meses y ganan los serbios: así, Albania se declara independiente y Serbia logra ampliar mucho sus territorios. Aunque Rusia no ha participado en la guerra sí ha ayudado indirectamente a sus amigos los serbios. Por otra parte, Serbia es ahora un país mucho más grande y fuerte. Austria le teme, desea verle hundido. La enemistad entre ambos es cada vez mayor. 
El último conflicto y el inicio de la guerra. A consecuencia de todo lo dicho anteriormente, los serbios desean desestabilizar como sea al Imperio Austríaco. Para ello utilizan terroristas. El 28 de junio de 1914 el archiduque Francisco Fernando, heredero del Imperio Austríaco, visita la ciudad bosnia Sarajevo: a decir verdad, se la está jugando, ya que visita un territorio invadido por la fuerza, donde la familia real austríaca no es precisamente muy querida. Cuando su coche circula por una de las calles principales de la ciudad, un terrorista dispara contra el príncipe, que muere poco después. El gobierno de Austria sabe que detrás de este asesinato está Serbia. Hay que hundir como sea a este país, nido de terroristas. Rápidamente, Austria exige a Serbia que entregue a los culpables, pero Serbia… consulta a su amiga Rusia y, con el apoyo de ésta, decide rechazar el ultimátum de los austríacos: no hay ningún culpable a quien entregar. Entonces Austria y su fiel amiga, Alemania declaran la guerra a Serbia y a Rusia. Como Inglaterra y Francia son desde hace tiempo amigas de Rusia, a los pocos días le declaran también la guerra Austria y a Alemania. Como se trata de grandes imperios, todas las colonias participan también en el conflicto y éste acaba siendo una guerra mundial. Pero de momento Estados Unidos se declara neutral.



4.3 La guerra. Contendientes y armamento.

A lo largo del conflicto, todos los contendientes tuvieron que hacer frente a un duro problema: los campesinos tenían que ir a la guerra y, en consecuencia, acabó habiendo un fuerte déficit de alimentos. Así, no quedaba otra solución que comprar comida al exterior, aunque eso fuera mucho más caro. También se suele decir que la verdadera liberación de la mujer vino con la Primera Guerra Mundial. Ahora a las mujeres se las necesitaba para trabajar en las fábricas y en todo lo demás, porque los hombres estaban en la guerra. Esa situación liberó a las mujeres del hogar e hizo que se las empezara a considerar iguales al hombre. 



En principio, Alemania y Austria eran los países que mejor se prepararon para la guerra, aunque los aliados tenían mayor población y mejor flota. Sin embargo, eran más débiles porque, en principio, estuvieron peor organizados. Inglaterra, por ejemplo, no tenía suficientes soldados porque en este país no había servicio militar obligatorio. En cuanto a Francia, era un país menos industrializado y disponía de armamento menos moderno.





La guerra supuso gran cantidad de innovaciones en el armamento: fusiles automáticos, ametralladoras, gases asfixiantes y máscaras antigás. También aparecieron en esta época los primeros aviones y los zeppelines alemanes, así como los primeros submarinos y tanques: con la Primera Guerra Mundial asistimos ya a la segunda revolución industrial. 


Esta guerra tuvo una dimensión mucho mayor que la de cualquier otra contienda, pues fue mucho más larga y afectó a los cinco continentes. En principio, se pensó que iba a ser una guerra corta, pero a medida que los meses pasaban, los gobiernos de cada país se dieron cuenta de que había que reorganizar la economía de sus respectivos estados: era necesario producir más armas, municiones y material militar, había que abastecer a los soldados, reparar caminos y viviendas destruidas, etc. Por eso, ahora los gobiernos empezaron a intervenir en la economía como nunca antes lo habían hecho. A pesar de todos estos esfuerzos, siguió habiendo una fuerte escasez de alimentos y, por si fuera poco, apenas se podía comerciar con otros países a causa de la guerra. La falta de medicinas, jabón, y otros artículos igual de necesarios, hizo que la situación fuera aún más difícil. Además, las ciudades grandes solían ser bombardeadas por el enemigo con el fin de minar su moral e impedir el abastecimiento de los soldados. Finalmente, en esta guerra por primera vez los medios de comunicación tuvieron un importante papel. 


4.4 La guerra de movimientos.

1.Los alemanes consideran que Rusia no está aún preparada para la guerra, y que todavía tardará bastante tiempo en estarlo. Por eso se dedican de momento a invadir Francia. Su avance por este país es tan rápido que en pocos meses se encuentran ya muy cerca de París. Pero finalmente son derrotados por los franceses en la Batalla de Marne. Después de esto las tropas germanas se dirigen a los Países Bajos con el fin de lograr, por lo menos, la comunicación por mar. 


2. Mientras tanto, en el este de Europa los alemanes tienen que vérselas con los rusos, que no han tardado en prepararse para la guerra tanto como ellos habían creído. Pronto, los rusos avanzan y tratan de invadir el este de Alemania, pero son derrotados. Sin embargo, sí logran vencer a los alemanes en Polonia y en los Balcanes. 

3.A los pocos meses de haber empezado la guerra, Japón entra en ella al lado de Francia e Inglaterra. Turquía y Bulgaria también entran en la contienda, pero como aliadas de Alemania. 

En definitiva, no parece que las cosas vayan a resolverse pronto: todo indica que la guerra va a ser muy larga. 


4.5 La guerra de posiciones. 

A partir de 1915 empieza a observarse la siguiente posición: los dos bloques enemigos disponen de capacidad militar muy semejante, y el equilibrio de fuerzas es tal que no parece que puedan ganar ni los unos ni los otros. Así, ahora aparece una nueva forma de lucha denominada “guerra de posiciones” y centrada en la trinchera. Esta forma de guerra inmóvil hace que los ejércitos se mantengan durante meses en la misma posición, resistiendo sin apenas avanzar ni retroceder. Ninguno de los dos contendientes obtiene ventaja sobre el otro: los alemanes logran invadir ciertas zonas del Imperio Ruso pero no consiguen que éste se rinda. Más adelante tratan de tomar la ciudad francesa de Verdún, pero después de diez meses luchando en ella, al final no tienen más remedio que retirarse: nada se resuelve, ni a favor de los unos ni de los otros. Parece que la guerra nunca va a terminar. 

En 1915, Italia entra en la guerra a favor de los aliados, que les prometen a cambio el control de ciertos territorios


4.6. La entrada de estados unidos en la guerra. 

En 1917 suceden dos acontecimientos de suma importancia: Rusia se retira de la guerra y Estados Unidos entra en ella a favor de los aliados. Aunque en principio Estados Unidos se había declarado neutral, poco a poco sus relaciones con Alemania fueron siendo peores. Eso se debía a la siguiente cuestión: puesto que Europa estaba en guerra, las fábricas europeas apenas producían más que material de guerra y casi todo lo demás los europeos tenían que comprarlo a Estados Unidos (y a otros países neutrales como España, que sin duda se benefició del conflicto ajeno). El caso es que Estados Unidos estaba obteniendo importantes ganancias gracias a la guerra. Sin embargo, la flota alemana estaba impidiendo por todos los medios que franceses e ingleses comerciaran con América, lo que suponía para los Estados Unidos un serio inconveniente. Así, poco a poco este país se enemistaba cada vez más con Alemania. Por si fuera poco, los alemanes habían conseguido que Méjico entrara en la guerra, prometiendo a este país que, a cambio de su apoyo, Alemania le ayudaría a recuperar regiones que, años antes, Estados Unidos había arrebatado a Méjico. Este hecho y el famoso conflicto del Lusitania hicieron que Estados Unidos acabara entrando en la contienda a favor de los aliados.


A la vez, ese mismo año Rusia se retiró de la guerra. En medio de la contienda, en este país estalló una revolución comunista que, por primera vez en la historia, triunfó. Los “bolcheviques” instauraron en Rusia una dictadura del proletariado que duraría nada menos que setenta y dos años. Pero la revolución trajo consigo una violenta guerra civil. Así, la Rusia comunista, incapaz de luchar en dos frentes a la vez (es decir, contra Alemania y contra los rusos que se oponían al marxismo) no pudo hacer otra cosa que pedir a Alemania la paz y retirarse de la guerra mundial. Los alemanes concedieron esa paz tan necesaria, pero no de forma gratuita: a cambio de poder salir del conflicto, Rusia debía entregar a Alemania una serie de territorios formalizados en la Paz de Brest-Litovsk: Estonia, Letonia, Lituania y parte de Polonia.


Por fin Alemania se veía libre de los rusos y podía dedicarse de lleno a luchar contra franceses e ingleses. Aunque muchos pensaban que la guerra duraría aún bastante tiempo, lo cierto es que la entrada de Estados Unidos había sido algo decisivo, pues ambos bloques estaban ya enormemente desgastados después de cuatro años de lucha. La presencia norteamericana decantó claramente la balanza a favor de los aliados. Así, el 11 de noviembre de 1918 Alemania, agotada después de tanto esfuerzo, declaraba que ya no podía resistir más, firmaba un armisticio y se reconocía vencida. La guerra había terminado pero, como enseguida veremos, la verdadera paz tardaría aún en llegar. 


4.7 Los acuerdos de Versalles. Consecuencias de la guerra. 

En el año 1919 son firmados en París los acuerdos de Versalles. Estos acuerdos suponen, por una parte, grandes cambios territoriales que hacen que las fronteras europeas se modifiquen sustancialmente. A la vez, los tratados suponen una serie de castigos para los países vencidos, y en especial para Alemania.

Cambios en el mapa de Europa.
  • Austria y Hungría se ven separadas. A la vez, el Imperio Austríaco pierde Checoslovaquia, Polonia y Rumanía, que ahora se convierten en países independientes. 
  • Croacia, Eslovenia y Bosnia consiguen también la independencia de Austria y junto con Macedonia y Montenegro, se unen a Serbia. Todos estos territorios forman un único estado: Yugoslavia. 
  • Francia recupera Alsacia y Lorena. 
  • Alemania pierde todas sus colonias, repartidas ahora entre Francia e Inglaterra. 
  • El Imperio Turco pierde toda Palestina, Siria y Arabia; estos territorios quedan repartidos entre Francia e Inglaterra como protectorados. 
  • Italia no consigue Etiopía.
Castigos a Alemania. 

Aunque muchos son los vencidos en esta guerra, Francia, Inglaterra y Estados Unidos consiguen que Alemania sea considerada la máxima culpable de la misma, así como responsable de todos sus daños. Para los alemanes esto supuso una enorme humillación que no estaban dispuestos a olvidar. Aparte de esto, Alemania debía soportar una serie de castigos:

  • Multas de guerra enormes, que acabaron por hundir la economía alemana. 
  • Entregas de carbón y otros minerales a Francia. 
  • Pérdida de algunos territorios fronterizos. 
  • Pérdida de todas sus colonias. 
  • Obligación de reducir su ejército a un mínimo considerado no peligroso. 
  • Obligación de entregar su marina a los aliados (aunque prefirieron hundirla antes que cumplir con esa obligación). 
  • Consideración de “delito de guerra”, cosa que supuso un duro golpe al orgullo alemán. 
  • Obligación de abandonar la monarquía (II Reich) y de convertirse en república. Se les obligó a democratizarse, cosa muy peligrosa puesto que no se obligó a nadie a ser demócrata. Al contrario, para los alemanes la democracia llegó a ser un signo de debilidad y derrota: así, no es extraño que, años después, el nazismo triunfara en Alemania. 

Con todas estas cosas, Alemania vio cómo su economía se hundía; la propia moneda alemana llegó a no valer casi nada. Así, los acuerdos de Versalles no trajeron la tan deseada paz, sino que sembraron aún más la semilla del odio.








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